¡Hola aficionada!
Hace cuatro años, cerca de una rica mansión, en un frondoso bosque, de un panal se derramó una rica y deliciosa miel, y una ola de moscas acudieron rápidamente y ansiosas a devorarla. Y la miel era tan dulce y exquisita que las moscas no podían dejar de comerlas.
De lo que no se dieron cuenta las moscas es que sus patitas se fueron prendiendo en la miel y que ya no podían alzar el vuelo de nuevo.
A punto de ahogarse en su pequeñito tesoro, las moscas exclamaron:
¡Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de placer!
Andrea, espero que lo hagas bien y me sorprendas. ¡Ánimo!
